Cuando veo esta carta me inspira la palabra devoción. Sí, devotamente nuestra figura protagonista hace sacrificios a la Divinidad y acepta lo que ésta quiera o no otorgarle. Es decir, nos habla de alguien que está dispuesto a hacer sus propios sacrificios, por nímios que parezcan, pero cuyos frutos hacen placentera la vida a los demás sin que éstos apenas se percaten. Digamos que me recuerda al papel asignado a las amas de casa y que hoy se encuentra mucho más repartido. La persona que hace que todo esté en su sitio, y en cuanto a la recompensa que obtiene no suelen ser grandes premios ni nominaciones al Oscar, sino sencillamente el placer del trabajo bien hecho.
No se trata, por tanto, de una carta que nos vaticine resultados extraordinarios, sino que nos muestra la importancia de la entrega, del servicio, y de la búsqueda de no recompensa pues ésta se encuentra en la propia labor realizada. La importancia de un trabajo que al ser bien realizado reporta curación para los demás y para quien entrega.
1 comentario:
Nuevamente nos aparece el poderío de la HUMILDAD!! Devoción, aceptación, agradecimiento...
Pues claro que si Hadi, amar todo cuanto la VIDA quiera o no ofrecernos y aceptarlo en la totalidad de su colorido y sin esperar más satisfación que la del trabajo bien realizado es la fórmula para alcanzar PAZ.
Besos.
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